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Las vueltas de la vida

Las vueltas que da la vida… y las gratificantes sorpresas que te llevas cuando superas ciertos miedos y sales de tu zona de confort.

Hace un tiempo que sigo de Pablo, de Bikecanine, un bombero de Protección Civil en Gijón especialista en rescate con perros. Hace unos años dejó su trabajo fijo e inició su proyecto Bikecanine para recorrer el mundo en bici junto a su perra adoptada Hippie, con la intención, además de viajar y conocer, de promover causas solidarias y canalizar los fondos recaudados. Ha dedicado proyectos a la donación de médula, el cáncer de mama y ahora, en su último proyecto Rumbo Este, para promover la adopción de perros y gatos.También organiza encuentros con otras personas que quieren llevar a cabo proyectos de este tipo o similares. Para todo ello se ha embebido y ha aprendido mucho de los diversos recursos disponibles hoy en día: gestión de redes sociales, diseño web, edición de vídeo, etc.

Pues bien, para no enrollarme mucho (toda esta información la tenéis en su web), fijaos lo que le ha ocurrido en estos últimos días de su peripecia Rumbo Este, concretamente en Albania, que es donde se encuentra estos días.

En las últimas semanas se ha añadido al duo, Laia, una amiga fotógrafa… y Moco, una bebé gatito, que no han podido evitar recoger por el camino y que está encantada de viajar con ellos, como si lo hubiera hecho toda la vida.

Hace unos días el tiempo amenazaba con fuertes tormentas e inundaciones en la zona. Esa noche no encontraban un lugar donde dormir y cobijarse, ya que tampoco podrían acampar con las tiendas o seguir pedaleando. La cosa pintaba feo…

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El odio a la lentitud

Es curioso que estando, como estamos, en la era de la imagen, de las pantallas y pantallitas, muchas personas pasen por alto este tipo de sensaciones, de experiencias visuales, cuando quieren ver una película.

Esta circunstancia yo la traduzco como ODIO A LA LENTITUD, como causa principal, ya que también hay experiencias de este tipo que pueden ser trepidantes y esas sí son aplaudidas por el público en general.

Por lo general me he encontrado como respuesta, que la gente va al cine a reír, a llorar, a tener miedo… INTENSAMENTE y no a «perder el tiempo» o quedarse dormido. Tenemos la idea de que lo lento, lo contemplativo, es aburrido y además no hay ganas de pensar, porque pensar es un coñazo y requiere algún tipo de esfuerzo. Pero no se trata de pensar, ni de esforzarse, sino de dejarse llevar a otro nivel más profundo de nosotros mismos, un nivel en el que los sentidos, en perfecta unión, alcanzan el «sexto sentido». Y en ese nivel, el paso tiempo suele ser otro ¿Es eso lo que aterra al espectador?

Ese nivel, en cuanto a experiencia visual, para los que no soportan la lentitud del tiempo en el cine, puede solventarse con la imagen fotográfica, el «instante decisivo» de Cartier-Bresson, pero entonces tendrían que poner ustedes la música y la historia detrás con su propio reloj, cosa que requiere de imaginación y bagaje.

Vean estos docus (recomiendo activar los subtis), acerca del cine de Tarkovski y tal vez les de ganas de entrar en el cine a disfrutar de otro concepto del tiempo y el disfrute en una pantalla.

Y no teman por sumergirse en algo más profundo que estar siempre queriendo flotar en la risa continua y la velocidad vertiginosa de los tiempos.

Recuerden que la belleza está en todas partes, pero es algo infrecuente. Con la rareza del mundo, un mundo que no es más que nuestra propia, personal e intransferible mirada.

Cuanto más abrimos los ojos, más fácil es que entre alguna maravilla.

1- DOCUMENTAL EN CULTURA INQUIETA

2- DOCUMENTAL EN YOUTUBE:

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El gusano de Internet

Hace años, cuando decía que andaba en internet, alguna gente me preguntaba que qué había ahí, que como es que hablaba con desconocidos, que cómo es que pasaba ahí tanto tiempo, que cómo es que no veía la TV… y estúpidas cosas por el estilo.

 

Por aquel entonces, la mayoría de la gente que me rodeaba no se había metido nunca en la red, era algo para gente rarita. Apenas nadie tenía un ordenador en casa y eso que yo llegué bastante tarde, porque, durante mucho tiempo, me resistía a tener un PC, ni siquiera para escribir, y me aferraba a mi máquina de escribir.

 

Pero por esas cosas de la vida llegó un ordenador a mi mesa, sin internet ni nada de eso, cuando no existía windows y había que aprenderse comandos y tal. Así que comencé a usarlo para escribir y guardar textos y poco más, y guardarlos en esos floppys ligeros y frágiles. (Porque he de recordar a algunos que un ordenador se puede usar sin internet).

 

Al poco llegó internet a mi casa, con esos modems de llamada telefónica y velocidad de crucero a remos…. Es entonces cuando me hacían esas preguntas estúpidas que comenté. Los chats se hacían por IRC, con comandos para todo, y me metí en una comunidad temática (porque ya existían las redes sociales) y allí hice algunos grandes amigos que aún conservo.

 

Yo siempre fui un ratón de biblioteca y cuando descubrí internet me convertí en un ciber-ratón, buscando aquí y allá cosas variopintas para descubrir y compartir. Eso sí, nunca me dio por los juegos ni las consolas. Salvo un extraordinario y sencillo jueguito de ajedrez que teníamos en el PC de la facultad y que algunos amigos recordarán.

 

Es entonces, hace casi dos décadas, que inicié mi andadura bloguera, con estas musarañas… y llegué a tener hasta cinco blogs de distintas temáticas, que ahora están abandonados y perdidos en el espacio sideral. Entonces abrí una cuenta en Facebook, cuando todavía estaba todo en inglés y sólo tenía dos amigos. No le hacía mucho caso, claro, y hasta estuve a punto de cerrarlo varias veces.

 

Pero luego todo evolucionó, FB evolucionó… Y mató mis blogs (comencé a tener ahí más amigos y a compartir un sucedáneo de musarañas en FB) y sobre todo… las compañías que fabrican teléfonos (que cada vez eran más y más pequeñitos) encontraron un filón haciendo el móvil con más utilidades que la de hacer llamadas. Introdujeron internet en la vida de más gente. Y los móviles comenzaron a ser más y más grandes…

 

Ahora hay gente que no conoce internet más que en el móvil. No han conocido apenas internet en una pantalla como debe ser, con webs en todo su esplendor de diseño. Por eso a mí no me gusta navegar en un móvil. Me parece una mierda, y sólo lo uso para pequeñas cosas. No ando pegado al móvil mirando vídeos enviados por whatsapp, ni estoy en grupos guasaperos mirando tontunas. Eso ya es historia, después de haber sufrido aquellos miles de powerpoint que te enviaban por email.

 

Bueno, todo este rollo iba porque quería contaros alguna cosa que me encanta de internet y que es difícil de encontrar fuera de él.

 

La cualidad de internet que más me fascina es…

 

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Mi nacionalidad

Últimamente me resulta incluso triste tener que explicar esto. Entre otras cosas porque se me hace incomprensible que se siga hablando y debatiendo sobre algo tan elemental.

Ésta es mi bandera:

bandera

Parece bastante sencilla, ¿verdad? Y además, hermosa, muy hermosa.

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¿Orgullo gay?

Este evento lo llaman así, pero ya desde el principio es sesgado y confuso.

Hoy en Madrid se celebra el final de la Semana del Orgullo Gay, con una manifestación lúdico-reivindicativa en el centro de la ciudad. Sí, es una forma de abreviar, pero, al final, de tanto abreviar, se pierde la esencia, el mensaje, la verdad.

puño lgtb

Para la mayoría de la gente corriente, el común de los mortales, este acto es el único que existe en esta semana y se resume en cuatro imágenes que salen por la tele: travestis, locas, chulazos y juerga.

Hay eso, sí, pero me atrevería a decir que esas cuatro imágenes son la minoría del colectivo LGTBI del mundo. Y no estoy en contra de ello, para nada, al contrario, lo comprendo. Sólo es que son los que están, pero no están todos los que son. Es decir, están, pero no salen en los medios. Y lo que no sale en los medios no existe.

Bien, llegados a este punto, quiero daros un poco de información al respecto. Y esto lo cuento para la mayoría y para los propios LGTBI que odian esta manifestación multitudinaria.

Comencemos por el propio nombre: ORGULLO.

Antes de nada, aclaro, yo no me siento orgulloso de ser trans. Como tampoco me siento orgulloso de ser español, diabético, moreno o de Madrid. Sólo me siento orgulloso de lo bueno que puedo haber logrado por mí mismo para dar al mundo, que no sé si es mucho o poco.

Pero, ¿por qué se denomina ORGULLO? Sencillo: porque hasta ahora nos habían dicho que éramos una mierda de tercera categoría. Y como tales nos trataban. Y como tales debíamos sentirnos. Hasta que un día, el 28 de Junio de 1969 (trece días antes de mi nacimiento, por cierto), a unos gais y trans de un local de Nueva York se les inflaron las pelotas por ser tratados como mierda y montaron un pollo descomunal en el barrio y, poco a poco, la gente se fue sumando. Y de ahí al mundo mundial.

Pues bien, vista la forma en que los trataban, comenzaron a reivindicar con la estrategia de compensación.

¿Que dicen que soy una mierda? Pues voy a sentirme descomunalmente orgulloso de lo que soy de verdad. ¿Que creen que debo estar escondido debajo de las piedras? Pues voy a mostrarme exageradamente yo. ¿Que creen que no puedo mostrar en público mis afectos? Pues voy a morrearme con el primero que pase hasta que se me caiga la lengua. ¿Que es mejor que no haga ruido? Pues voy a cantar y bailar con la música bien alta hasta que se rompan las calles. ¿Que debo sentirme avergonzado de ser yo? Pues voy a hacer una gran fiesta de lo que soy. Y además, de esta manera, voy a exigir que me traten como a una persona humana, un ciudadano de primera categoría, como a todos los demás.

Y ahí llegamos a la segunda palabra: GAY.

Cuarenta y cinco años después, las cosas han cambiado, sí. Ahora sólo somos tratados como mierda de segunda categoría. Y no todos, porque este colectivo abarca a personas diversas: lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI). Las lesbianas y los gais son de segunda A y los demás de segunda B regional. Algunos, ni existen…

Para el común de la gente, esto les suena a ciencia-ficción, porque es lo que tiene la normalidad, que no sólo se cree única, sino también lo mejor. Pero claro, la normalidad no abarca todos los aspectos de nuestra vida, sólo algunos. Y ahí llegamos al sexo, una de las cosas más sobrevaloradas de nuestra sociedad… Básicamente, ese es el problema de nuestra discriminación y el origen de tantos crímenes. Repito: crímenes.

Pero no me quiero enrollar mucho más, porque sobre esto hay carrete para rato. Así que, tal vez, continúe otro día…

Ahí os dejo el videomanifiesto de este año, que os dará muchas claves de lo que está sucediendo.

Porque no todo es juerga y colorines, por desgracia. Y la fiesta es sólo el final de una larga semana de eventos reivindicativos, culturales, educativos… que se celebran en todo el mundo… donde pueden realizarse.

FELIZ ORGULLO LGTBI !!!

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La teta que os falta

Hoy os traigo un cortometraje que no necesita más palabras.

Simplemente os digo que DEBEIS VERLO.

Porque ellas lo merecen. Porque la vida hay que afrontarla.

El corto dirigido por César Ríos Aguilar, «La teta que os falta», se ha convertido en el más visto en la historia de FIBABC. En este trabajo, que fue producido gracias a FECMA (Federación Española de Cáncer de Mama) intervienen Beatriz Rico, Elena Martín, Mónica Aragón, Rocío Muñoz, Myr Garrido, Albert Coma, David V. Muro, Ismael Martínez y Patxi Freytez.

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