Últimamente me resulta incluso triste tener que explicar esto. Entre otras cosas porque se me hace incomprensible que se siga hablando y debatiendo sobre algo tan elemental.
Ésta es mi bandera:
Parece bastante sencilla, ¿verdad? Y además, hermosa, muy hermosa.
Pues bien, en los últimos tiempos, por aquí y por allá se habla mucho de unas líneas que trazó no sé quien, hace no sé cuánto, en ese minúsculo punto azul suspendido de la oscuridad del espacio cósmico, donde han sucedido los milagros más sorprendentes y fascinantes, conocidos por nosotros, los seres humanos.
Pero, seguimos hablando…. bla, bla, bla…. Hablando de nacionalidades, separatismos, razas, refugiados, los nuestros, los otros… y toda esa sarta de extraños conceptos que se amparan bajo un denominador común que suelen expresar con una palabra: ORGULLO.
Lo siento, nunca he desarrollado ese sentimiento de orgullo por haber nacido aquí, en este barrio, ciudad, país, continente, ni siento orgullo por un pedazo de tela… Me alegro de ser un privilegiado, si acaso, pero no es más que una cuestión azarosa. Puedo sentir alegría por algunas cosas, pero no orgullo. El orgullo es algo que sólo reservo, en todo caso, a las cosas que logro por mí mismo o las cosas que logran seres muy queridos y cercanos.
Por eso no comprendo ningún nacionalismo o xenofobia, que equivalen a sentirse mejor que otro, como sucede con el racismo o el machismo, que se sustentan en una idea tan azarosa como nacer en un lugar o tener unos cromosomas.
Y a la vez, me da pena tener que decir “lo siento” por algo tan evidente para mí, por algo tan fácil de entender para mí.
No quiero extenderme con más explicaciones. Sólo os comentaré algunas cosas.
Deseo que veáis este documental, y que tratéis de entender lo que os quiero transmitir, si es que no lo habéis comprendido ya.
Cuando lo vi, no pude dejar de emocionarme desde el minuto uno. No pude dejar de tener los ojos inundados escuchando estas historias y viendo estas imágenes que te atrapan segundo a segundo.
Porque veía en ellas quien soy.
Veía en ellas aquello de lo que, tal vez, podía sentirme orgulloso o no.
Creo que es muy importante que lo veáis con vuestros propios ojos. Los ojos de todas estas miradas que se os clavarán en la vuestra como si os mirarais a un espejo mágico. Un espejo que, al mirarlo, os devolverá vuestra propia mirada.
Disfrutad de lo que os estoy regalando ahora.
“HUMAN”:
¿Qué es lo que nos hace humanos? ¿Que amamos, que luchamos, que reímos, que lloramos? ¿Es nuestra curiosidad? ¿La búsqueda de descubrimientos? Dirigido por estas preguntas, el cineasta y artista Yann Arthus-Bertrand pasó tres años recogiendo historias de la vida real de 2000 hombres y mujeres de 60 países. Trabajando con un equipo dedicado de traductores, periodistas y cámaras, Yann captura temas muy personales y profundos que nos unen a todos: la lucha contra la pobreza, la guerra y la homofobia y el futuro de nuestro planeta. Todo ello mezclado con momentos de amor y felicidad.
Más información aquí: HUMAN, la película.
PD: Os recomiendo que no lo veáis en una ridícula pantalla de un móvil, sino en una lo más grande posible. Os recuerdo que son tres volúmenes.
Voy a ver si lo veo en casa. Gracias, no conocía esta película. Un beso
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Pues estás tardando, es extraordinario. Recuerda que son tres trozos (en Youtube) y hay varios clips sueltos no incluídos en el tubo también.
Es alucinante!
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